martes, 19 de octubre de 2010

(6) De Omata a Miuraguchi y la mayor cima del Kumano (2ª etapa)

El tiempo acompañaba y a las ocho de la mañana estábamos en ruta. Estaba cubierto pero no llovía, que es lo fundamental. La lluvia en estos andurriales podría ser un contratiempo insuperable. Juanma, por su parte, siguió con su plan paralelo. Antes de salir desayunamos mucho mejor que en Koyasán. También nos dieron una cajiita con el picnic del mediodía estupendamente envuelto y que llegado el momento comprobamos que era digno . Como era el primero no nos quejamos del arroz, un poco apelmazado, típico de aquí, que nos dan por todas partes.
Si la etapa del primer día fue dura, la de hoy nos pareció rompedora, tal y como aseguró Brad afirmando entre otras cosas que era de las peores, sino la peor, del camino.
 
De entrada, en los 4,5 primeros kilómetros subimos casi 600 metros, lo que nos dejó baldados. 
Por suerte luego la cosa fue mejor hasta llegar a un descenso horroroso en la parte final. Esto último fue lo peor, y también una parte en los que pasamos por estrechos caminejos junto a barrancos.
Con lluvia estas zonas serían muy peligrosas, y el sentir del grupo era que si se daba ese supuesto a lo mejor había que renunciar. De hecho, el monje del templo de Koyasán se sorprendió de que fuéramos a recorrer a pie el Kumano Kodo: "It´s dangerous", explicó, algo en lo que coincidimos tras ver el recorrido de hoy e imaginarlo bajo la lluvia.
En esta etapa alcanzamos también la cima del Monte Obako que, casualmente, también es la cima del Kumano. No es que sea muy alto,1246 m., pero podemos asegurar que subirlo, cargados con una mochila bien cargadita a la espalda (el equipaje de sieten días) no es ninguna broma. Aquí estamos justo arriba, algunos todavía con cara de susto...
Lo cierto es que despues de la ascensión, la bajada asesina, llena de piedras y peligros, nos rompió las piernas.
Con esta tarea llegamos al final sudorosos y agotados, pese a que realizamos todas las paradas que nos apeteció.

Una de ellas junto a unos servicios en medio de una montaña desierta que dejó en evidencia el respeto japonés por las cosas públicas. 


Estaban limpios, repletos de papel higiénico y jabón sin que nadie los atendiera.

 
Aquí paramos a comer.





Después seguimos con la terrible bajada. 
 
Al filo de las tres de la tarde llegamos a este punto de  Miraguchi,
donde alguno se derrumbó junto a un puente y fue difícil hacer que se levantara al paso de un coche.

Juanma nos esperaba allí con Tanajo  quien le había ido a buscar al bus. 


Su jornada fue más interesante y relajada que la del día anterior: Un taxista le llevó desde el alojamiento a un bus, un paseo de una hora por estrechas carreteras de montaña que le permitieron hacerse una idea de la orografía kumanera. Angostas, llenas de curvas y bordeando barrancos, unas condiciones que superan colocando espejos en todas las curvas. Vio cientos y ninguno roto, otra prueba del respetuoso comportamiento de los nipones.
No vimos a mucha gente, pero con todos los que nos cruzamos, a pie o en coche, echó el taxista una parrafada y Juanma se dio cuenta de que les contaba la historia del pasajero que llevaba. Cosas de ser especial en un transporte rural japonés. Por cierto, todos los conductores conducen con guantes blancos y los taxis tienen fundas como de ganchillo blancas en los asientos impolutos.En el bus entregó al conductor un papel redactado por el dueño del albergue en el que explicaba el destino y le pedía que lo avisara al llegar. Funcionó a la perfección aunque allí estaba Tanajo a buscarlo dispuesta a que no hubiera problemas. Le recibió con reverencias, sonrisas y cordialidad extrema. Le montó en un moderno Toyota de alta gama y vuelta para casa. La chica hababla un inglés macarrónico, similar al de Juanma, pero pese a ello, aunque con dificultad, algo se entendieron. Este fue nuestro alojamiento de esa noche.
Le preguntó si tenía tiempo, cosa que a Juanma justamente le sobraba, y le dio una larga vuelta en coche para mostrarle su hometown, su tierra natal. Tiene 32 años y una hermana gemela, habla sueco (tuvo un boyfriend de este país) y conduce descalza y sin calcetines. En fin, un rato intenso por las dificultades para entenderse pero de lo más agradable. Juanma aprecio el paisaje de estas montañas pero no fue capaz de ver los monos que en dos ocasiones le trato de mostrar Tanajo.
En el minshuku de sus padres todo fue en la misma línea. Es un edificio grande, todo en madera por dentro, con habitaciones con camas (una alegría tras un par de noches durmiendo en futones en el suelo) de 1,35 ó 1,40 que nos ofrecían como individuales, aunque las parejas optamos por usarlas como dobles, como serían en cualquier otro sitio.
Tras el baño de rigor, hombres primero y señoras después, entretenidos entre risas, reparándonos nuestros músculos doloridos, nos colocamos las correspondientes "yukatas".
La cena fue estupenda, japonesa, claro, pero diferente a las anteriores. Había rebozados de carne y pescado, ensaladas, sushi y cosas varias, pero sin el arroz blanco que aquí sustituye al pan. Para el día siguiente negociamos un desayuno con café y bollería, que llegado el momento estuvo muy bien, acompañado de plátanos, yogures, quesitos, etcétera.
Nos quedamos muy sorprendidos cuando, al ir a calzarnos, vimos nuestras botas, que habíamos dejado en unos estantes, colocadas de esta guisa.

Hasta los cordones estaban colocados con todo el cuidado
 A la hora de despedirnos hicimos fotos con ambas hermanas y la madre, y ellas tomaron algunas con su cámara.
Acompañaron las tres unos cientos de metros a los caminantes y los observaron cruzar un puente peatonal sobre un río mientras no paraban de sonreírles, saludarles con las manos y desgranar frases cariñosas.

Tenemos la impresión de que están siempre contentos o intentan parecerlo, una forma de comportarse que choca a un occidental y que por España nadie practica.
(Nuevo derroche de amabilidad.  Tanajo le dió a Juanma, al llevarlo al bus, como estaba previsto, quince copias en papel de la foto que han hecho con su cámara. Por detrás  escribió en todas ellas en castellano "Haz un viaje maravilloso! en Japón". Por ese motivo ha estado ausente mientras su madre y hermana  También le trajo unas chocolatinas. Después un papel, de nuevo en español, en el que le explicaba que ella le diría al conductor del bus donde tenía que avisarme para que baje. Se lo ha tenido que currar en Internet ya que no sabe una palabra de español. Casi abruma semejante comportamiento. También le regaló un colgante para el bolso colgado a la cintura. Después Tanajo y su cuñada, la mujer de su único hermano, Isako, le llevaron al bus. Salimos tarde (la hora la fijaron ellas) y al llegar a la parada ya había pasado. Lo perseguimos lo que les llevó casi media hora. Al final me despedieron muy  calurosamente.
Para la posteridad quedará la magnífica fotografía que tomó Alfonso en el último momento de la madre de Tanajo despidiéndonos desde el puente a una cierta distancia del minshuku. Sobran comentarios ante la imagen.

11 comentarios:

  1. Vuestra aventura es portada de periódicos y revistas nacionales , incluso hablan mas de vosotros que de "La Princesa del Pueblo" .TV5 ,A3,La sexta y alguna mas quieren exclusivas.¿Queréis que os represente ?

    Mucho animo que vosotros podéis , bicos

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  2. no se si os llegan mis animos
    bsos a todos
    cati

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  3. felicidades PACO.
    ME LO ACABA DE RECORDAR MARIEN
    CATI

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  4. Alucinante la experiencia y lo duro que es, enhorabuena a todos y mucho ánimo. Enhorabuena también al cronista, que se esfuerza en contarlo todo aunque esté jodido de la espalda. Muchísimo ánimo a todos y felicidades Paco, que nos lo ha soplado Cati. Os seguimos diariamente con mucho cariño.

    Patricia y Alfonso

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  5. La verdad es que el cronista lo esta haciendo muy bien y el fotografo que no se si es el mismo tambien,las fotos son chulisimas y se ve que la experiencia es muy buena pero muy dura tambien.Muchos animos a todos,disfrutar del dia de descanso y ya no es queda nada.
    Begoña Enriquez

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  6. Ogadenia y Víctor20 de octubre de 2010, 0:39

    Muchas Felicidades por haber conseguido conquistar la cima del monte Obako. Se lo han tenido que currar.....veo que no han faltado las necesarias y refrescantes cervezas. Las imágenes son preciosas y a Paco no le han salido ampollas¡. Esas nuevas botas pintan muy bien. De paso nos sumamos a las felicidades.La última foto tomada por Alfonso es espectacular y resume adecuadamente el final de esta etapa: respeto y amabilidad en el camino....
    Animo para lo que falta que todos lo van a conseguir.

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  7. Vais en grupo,haceis muchas fotos,sonreis mucho,portais quimono,comeis mucho arroz,todo ello en una semana,haceros hijos del sol naciente va a ser lo siguiente.

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  8. Qué pasada la amabilidad de los japoneses! es impresionante, muchos besos!

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  9. Gracias por dejarnos disfrutar de tan hermoso viaje con vuestras anecdotas, fotos, información...
    Quiero, antes de nada, felicitar a mi queridísimo amigo Paco por su cumpleaños y de poder, gratamente,encontrarlo tan estupendo a pesar de los arroces, subidas, idiomas...
    Quisiera, sin menospreciar a nadie, enviar saludos muy cariñosos a mis también amigos: Susana, Jose y Porota.
    A todos, a cada uno de los que ahí estais os deseo que sigais tan bien como cada día nos demostrais con vuestras fotos. Sois unos Campeones!!!.
    Os ENVIDIO un montón, pero disfuto mucho todos los días con vosotros a pesar de hacerlo desde mi pequeño pueblo: Orense.
    Muchísimos besiños para todos
    Lourdes

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  10. Buenísimo... Mª José (me encanta lo de Tte. O`Neal) no volvais!!!!!!!... la verdad es que os echamos un poco de menos!!!

    Besos y cuidar esos pies y ese estómago, el espírito creo que vendrá perfecto!!!

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  11. Desde Bueu nos acordamos mucho de Jaime y del hambre que debe estar pasando. No te preocupes Jaime que ya está Resille organizando un buen Cocido donde tú ya sabes. Ánimo y buena travesía. Un saludo de Ángela y Jacobo.

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